Analgésicos naturales 

¿Qué son los analgésicos convencionales?

Los analgésicos son medicamentos capaces de aliviar o de reducir el dolor. El dolor es una experiencia sensorial desagradable, que se traduce en forma de molestia, ardor, pinchazo u hormigueo.
Según cada caso, puede ser un dolor agudo o sordo, constante o intermitente y puede afectar a cualquier parte de nuestro cuerpo, como el abdomen, la cabeza, la espalda, el pecho, la pelvis, los músculos, etc.
En cualquier caso, el dolor viene acompañado de patologías de orígenes y de gravedad muy diversos y es una señal de que algo no anda bien.
En el mercado podemos encontrar una gran variedad de medicamentos para tratar el dolor. Algunos se venden sin receta médica. Es el caso del paracetamol, del ibuprofeno y de la aspirina. Sin embargo, hay otros, más fuertes, que sólo están disponibles con receta médica.
A diferencia de los analgésicos naturales, exceder la dosis recomendada de los analgésicos tradicionales durante largos periodos de tiempo tiene ciertos riesgos y efectos secundarios que no hay que tomarse a la ligera ya que pueden acarrear problemas graves de salud.

Analgésicos naturales, la naturaleza como fuente de sabiduría

Los analgésicos naturales están elaborados a base de plantas. Son sustancias que provienen directamente de elementos naturales, tales como hierbas o especias, y que se han utilizado a lo largo de la historia por sus propiedades curativas.
En este sentido, en la naturaleza encontramos una serie de moléculas naturales que tienen unas propiedades que pueden restablecer el equilibrio natural de nuestro cuerpo.
Los analgésicos naturales ofrecen, como en el caso de los analgésicos sintéticos, un alivio del dolor efectivo pero, además, y lo más importante, una solución segura para la salud y el bienestar de nuestro cuerpo.

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¿Cuáles son los beneficios de los analgésicos naturales?

Los analgésicos que provienen de componentes naturales proporcionan una serie de beneficios para la salud y son una alternativa real a los medicamentos tradicionales.
En primer lugar, su origen natural disminuye la probabilidad de los efectos secundarios no deseados, por lo que estos analgésicos se convierten en una opción más segura.
Además, muchos de estos analgésicos no sólo alivian el dolor, sino que a su vez poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que contribuyen al bienestar general del organismo.
Finalmente, estos remedios logran mucho más en el cuerpo que los analgésicos desarrollados por la industria farmacéutica, que suprimen el dolor pero que no hacen nada respecto de sus causas.

Integrando los analgésicos naturales en nuestra rutina diaria

La incorporación de los analgésicos naturales en la vida cotidiana no es únicamente una solución contra el dolor, sino que también contribuye a un estilo de vida más saludable. La incorporación paulatina de estas sustancias en la dieta y en el cuidado personal puede ayudar a prevenir el dolor crónico y a mejorar la calidad de vida de manera sostenible.
En conclusión, en la actualidad los analgésicos naturales representan una buena opción para aquellos que buscan aliviar el dolor de manera natural y sin efectos secundarios.
Con beneficios que van más allá del simple alivio del dolor, integrar estos hábitos en nuestra rutina diaria puede marcar una notable diferencia en la gestión del dolor y en promover un bienestar corporal general a largo plazo.
Te animamos a que pruebes Harpasul Forte, un analgésico natural preparado a base de plantas medicinales, como el Harpagofito, el Ortosifón y el Sauce. Este complemento alimenticio incluye 20 ampollas que tienen una acción inmediata sobre el dolor, aliviando el dolor agudo, la rigidez y la inflamación de las articulaciones.
Y si prefieres calmar el dolor provocado por la inflamación de los músculos y de las articulaciones con la ayuda de un bálsamo, te recomendamos que uses Beemine Bálsamo Recuperador, un antiinflamatorio de acción inmediata muy efectivo.

5 analgésicos naturales que te vendrán muy bien

Cúrcuma:

De color amarillento y con un sabor único, es de las especias más usadas en la medicina natural por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
De hecho, desde hace miles de años, en la India los curanderos ya hacían uso de la cúrcuma para prevenir y tratar enfermedades inflamatorias como la artritis.
Contiene curcumina, un potente antioxidante que protege al organismo de los radicales libres, conocidos por dañar los tejidos y las células.
Según una investigación publicada en la revista BioMed Research International, “la curcumina tiene propiedades analgésicas y antioxidantes que ayudan al alivio de dolores fuertes como la migraña”.
Asimismo, la cúrcuma también se usa para aliviar úlceras, problemas digestivos o psoriasis.

Lavanda:

La lavanda es uno de los analgésicos naturales famoso por sus propiedades analgésicas y relajantes.
La aplicación tópica del aceite esencial de lavanda se utiliza comúnmente para disminuir el estrés, calmar los dolores de cabeza, las contracturas musculares, el dolor menstrual y abdominal.
En olfacción o difusión directas, puede ser un buen remedio para calmar el dolor crónico.
Además, el agradable y reconfortante aroma de la Lavandula officinalis tiene una gran cantidad de seguidores.

Jengibre:

El jengibre es una planta de origen asiático, que se presenta en forma de raíz, y que se usa generalmente en la cocina y como remedio para los resfriados.
Asimismo, contiene gingerol, un principio activo con un sabor picante que tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
De esta forma, el jengibre reduce los dolores musculares y de las articulaciones, trata los síntomas de la artrosis y de la artritis, a la vez que es un buen remedio para los calambres y las úlceras.
Pero además, es un buen antioxidante, que resulta muy efectivo ante el envejecimiento de las células y de la piel.

Clavo de olor:

El clavo de olor es una especia nativa de Indonesia, que está presente en la cocina por el sabor intenso que aporta a la comida.
Sus nutrientes y beneficios para la salud, convierten al clavo de olor en mucho más que un ingrediente culinario.
El eugenol es su ingrediente principal, un analgésico natural que contribuye a disminuir los dolores agudos de cabeza, de muelas o de artritis.
Actualmente, es una planta medicinal con mucho éxito, por lo que la podemos encontrar en forma de cápsulas, de polvo e incluso en aceite.
El clavo de olor no sólo interviene en el tratamiento del alivio del dolor, sino que además, y por sus propiedades antisépticas, reduce los síntomas de los resfriados y las náuseas.

Árnica: 

En el mundo de la medicina natural, la árnica es una planta considerada imprescindible para calmar los dolores de manera tópica.
Su contenido en flavonoides le aportan su poder antiinflamatorio, analgésico y antibacteriano.
La pomada de árnica se aplica sobre la piel para reducir la hinchazón provocada por un golpe así como su dolor y también para acelerar la reabsorción de la sangre.
Sus ramas y hojas se preparan en infusiones para ayudar a disminuir dolores y a curar heridas.

Los aceites esenciales alivian dolores muy comunes

La tensión acumulada durante la jornada de trabajo, una mala noche, malas posturas que adoptamos durante nuestra rutina diaria, o simplemente el paso del tiempo en nuestro cuerpo, pueden provocar dolores muy comunes en la espalda, en las piernas, brazos o cuello.
La práctica de deportes puede ser otra de las causas del origen de las molestias musculares en nuestro cuerpo. Asimismo, el exceso de actividad física puede provocar lesiones, como contracturas, esguinces, rigidez o calambres musculares.
La solución más efectiva para aliviar los dolores más usuales en las articulaciones y en los músculos y sus síntomas derivados puede ser mezclar aceites esenciales con propiedades analgésicas, relajantes y calmantes, así como antiinflamatorias.
Los aceites esenciales resultan ser una buena opción a los remedios que propone la medicina convencional, generalmente muy eficaces para aliviar el dolor, pero que no dan resultados tan buenos cuando el dolor se vuelve crónico. Además, suelen ir acompañados de efectos secundarios fuertes.
En cambio, los aceites esenciales no tienen consecuencias indeseables (siempre que se apliquen de forma adecuada).
Estas son algunas de las mezclas de aceites esenciales que puedes realizar en casa de forma cómoda para aliviar ciertos dolores muy molestos.

Para el dolor de cabeza:

  • 1 gota de aceite esencial de menta piperita

Aplícate una gota en las sienes y otra gota en la frente.
Repite la aplicación según tus necesidades.

Para el dolor muscular:

Realiza esta mezcla de aceites esenciales:

Aplícate unas gotas, de 3 a 4 veces al día, en la zona dolorida. Para conseguir un efecto “frío”, añade 1 ml de menta piperita y reduce el aceite vegetal a 23 ml.

Para el dolor menstrual:

Realiza esta mezcla de aceites esenciales:

  • 2 gotas de aceite esencial de albahaca exótica
  • 2 gotas de aceite esencial de lavanda

Aplícate estas gotas en el bajo vientre (de 3 a 4 veces al día).

Para la artrosis:

Realiza esta mezcla de aceites esenciales:

  • 1 ml de aceite esencial de siempreviva
  • 1 ml de aceite esencial de lavanda
  • 2 ml de aceite esencial de katrafay
  •  2 ml de aceite esencial de eucalipto azul
  • 24 ml de aceite vegetal de avellana

Aplícate unas gotas en la zona dolorida (de 3 a 4 veces al día).

Para los espasmos digestivos:

Realiza esta mezcla de aceites esenciales:

  • 2 gotas de aceite esencial de albahaca exótica
  • 2 gotas de aceite esencial de lavanda
  • 5 gotas de aceite vegetal

Aplícate la mezcla realizando un suave masaje.

Para los esguinces y golpes: 

Realiza esta mezcla de aceites esenciales:

  • 1 ml de menta piperita
  • 2 ml de aceite esencial de siempreviva
  • 2 ml de aceite esencial de eucalipto azul
  • 25 ml de aceite vegetal de arnica

Aplícate unas gotas en la zona dolorida (de 3 a 5 veces al día).

Para la poliartritis reumatoide: 

Realiza esta mezcla de aceites esenciales:

  • 1 ml de aceite esencial de siempreviva
  • 2 ml de aceite esencial de albahaca exótica
  • 3 ml de aceite esencial de eucalipto azul
  • 3 ml de aceite esencial de katrafay
  • 21 ml de aceite vegetal de avellana

Aplícate, como en el caso de las artrosis, unas gotas en la zona dolorida (de 3 a 4 veces al día).

Para el dolor emocional: 

Ya tenemos conocimiento del poder de los aromas para equilibrar las emociones y para mejorar el estado de ánimo y el bienestar emocional.
En este sentido, nuestro sentido del olfato ejerce una influencia sorprendente sobre nuestras emociones, pensamientos y comportamientos, por estar conectado con nuestro cerebro emocional (o sistema límbico).
Puedes probar el aceite esencial de incienso, bueno para encontrar la paz interior, el aceite de rosa, para aportar alegría a tu día o el de jazmín, que te permitirá potenciar tu seguridad y amor propio.
Para ello, después de lavarte las manos con agua y jabón, échate 2 gotas del aceite esencial correspondiente en la palma de la mano y aplícatelas con un suave masaje en las manos y entre los dedos.
A continuación, acércate la nariz y la boca a tus manos y haz una inhalación.