Venas varicosas y arañas vasculares en las piernas

Las venas varicosas en las piernas no solo son un problema estético, es importante tener presente que provienen de una insuficiencia circulatoria y que en fases tempranas, nos advierten probablemente de serias consecuencias. Estas venas superficiales (principalmente en las piernas) con aspecto sinuoso y en ocasiones ya dilatadas, son debidas a unas válvulas que se han vuelto inoperativas ocasionando una circulación en retroceso. Esto puede llevar a tener dilataciones con rotura de los vasos o a tromboflebitis.

A simple vista el problema se observa en las venas superficiales pero es interesante realizarse un reconocimiento por un especialista y una prueba de diagnóstico por imagen para conocer el estado de las venas perforantes y de las profundas. Estos tres tipos de venas, tanto las superficiales como las perforantes y las profundas poseen válvulas que pueden tener un precario funcionamiento. Es por ello necesario descartar disfunciones más conflictivas que un simple problema estético. No detallaremos la función específica de esos tres tipos de vasos, todas las venas tienen la misión de retornar la sangre al corazón para ser oxigenada por los pulmones.

El especialista palpará las varicosas e interrogará al paciente sobre su estilo de vida y de alimentación, si tiene dolor en articulaciones como la cadera o las rodillas y si este dolor se mantiene en reposo o, por el contrario, se siente un alivio del mismo.

QUÉ HACER PARA PREVENIR O TRATAR ESTE PROBLEMA A NIVEL SUPERFICIAL

En principio, las “arañas vasculares” son inofensivas pero además de ser un problema estético, pueden ser molestas y causar dolor. Existen diversas formas de lidiar y de evitar que el problema vaya a más.

  1. Colocación de medias compresivas.
  2. Realizar un poco de ejercicio durante 15 minutos al día.
  3. Tumbarse en el suelo elevando las piernas colocando los talones sobre una pared.
  4. Utilizar bancos de inversión unos minutos después de estar un periodo prolongado sentados o en pie.
  5. Tratamientos de drenaje linfático y los tratamientos con laserterapia.
  6. Tratamiento opcional puede ser la escleroterapia.
  7. Una alimentación adecuadamente encaminada a fortalecer y a dar flexibilidad a las paredes de los vasos sanguíneos.
  8. Ingesta de flavonoides encaminados a mejorar el estado cardiovascular.

 

Evitar los depósitos de fibrina, que es una proteína que participa en la coagulación de la sangre cuando se extravasan eritrocitos, se puede conseguir con la ingesta de bromelina, una enzima presente  en las piñas, principalmente en el tronco.

– La bromelina es antiinflamatoria, fibrinolítica y antitrombótica. Además también es antiedemigénica.

– El ginkgo biloba activa la circulación sanguínea dilatando los capilares, es eficaz tanto para la circulación venosa como para la arterial periférica.

– Las verduras y frutas ricas en vitamina C, la niacina o vitamina B3 y la B6 o piridoxina,  relajan los vasos sanguíneos y ofrecen elasticidad a los mismos.

– El aguacate es un buen vasoprotector al ser rico en vitamina E.

– Una infusión de vid roja evita la retención de líquidos e impulsa el retorno venoso.

– Una infusión de castaño de indias fortalece capilares, evita edemas y pesadez en las piernas al tiempo que activa la circulación.

Autor: L.A.E.M.