Tratamiento de enfermedades con animales
La zooterapia es un sistema de tratamiento de innegable eficacia. En las zonas urbanas las mascotas como perros, gatos y pequeñas aves como loros o periquitos son considerados como un miembro más de la familia. Se les cuida en todos los sentidos y se les alimenta, es decir, existe una íntima interactuación entre la persona y el animal con el que se convive.
En el caso de los gatos, el simple acto de acariciarlos aporta relajación y serenidad, esto también sucede con la instalación de un acuario con peces.
En el caso de los perros, la persona se ve obligada a sacarlos a pasear varias veces al día, con lo que a las personas mayores o con depresión moderada se les estimula la psicomotricidad, la autoestima y las ganas de vivir.
Tanto en el caso de gatos, perros y pequeñas aves se ha comprobado que existe una clara mejora a nivel cognitivo, frena o ralentiza la progresión del Alzheimer y de otras enfermedades neurodegenerativas.
Se trata de unos animales con gran sensibilidad y en el caso de los perros con una gran empatía por sus cuidadores. No requieren de grandes espacios y se pueden tener en el ámbito domiciliario o en geriátricos. En este último caso sería positivo una terapia con perros y una persona profesional que colabore asistiendo con sus conocimientos en ese nexo de unión entre el animal y las personas ingresadas.
Los periquitos, loros y pequeñas aves pueden llegar a reclamar la atención de las personas con problemas si se les deja sueltos con las ventanas cerradas y se les adiestra para que vuelvan a sus jaulas para comer.
Fuera de casa y de los geriátricos, existe la terapia con caballos, con delfines y con aves rapaces, todas ellas de gran utilidad y eficacia demostrada.
Todas las terapias con animales aportan mejorías importantes en enfermedades neurodegenerativas, en el Alzheimer con personas mayores, niños con trastorno del espectro autista (TEA), trastorno de déficit de atención por hiperactividad (TDAH) , en la depresión que no requiera de ingreso hospitalario, ansiedad, trastornos de pánico, etc. Cabe señalar que cuando una persona está relajada, su sistema inmunológico trabaja mejor y la recuperación de ciertas enfermedades se acelera.
Es muy interesante el hecho de que muchos animales, por sus capacidades olfativas, detecten enfermedades en los humanos antes de que éstos hayan acudido al médico como ocurre con ciertas células cancerígenas o que puedan detectar un aumento o descenso de glucosa en sangre.
En el caso de las abejas y las terapias que se realizan con ellas, es muy curioso ver que si cogemos una por las alas y nos pasamos el aguijón por un brazo, éstas solo nos lo clavarán en el punto del dolor como pueda ser el caso de artrosis u otras enfermedades reumatológicas.
Autor: L.A.E.M.