Sistema inmunológico, cómo reforzarlo

Un sistema inmune debilitado puede ser la causa de contraer diversas enfermedades. Virus, bacterias, parásitos y hongos se pueden alojar en distintas partes de nuestro organismo. Todos estos microorganismos ya están en nuestro cuerpo, son nuestros aliados y nos protegen de otros que podríamos contraer provocando un desequilibrio en nuestra microbiota.

En el caso de tener un sistema inmune debilitado, sería muy importante saber si se trata de una inmunodeficiencia primaria, es decir, genética o una inmunodeficiencia secundaria o adquirida.

 

Una inmunodeficiencia adquirida está provocada por una deficiente alimentación, hábitos no saludables como el tabaco y otros tipos de drogas, cambios bruscos de temperatura o el consumo de antibióticos sin un control médico, que también nos puede conducir a una inmunodeficiencia. Cuando sabemos que tenemos el sistema inmune deprimido, es necesario llevar un control de todas las analíticas por nuestro médico de confianza.

 

Las enfermedades oportunistas se ceban con los organismos debilitados. En los tiempos que vivimos, tenemos muy presente las graves consecuencias del Covid-19, la enfermedad de las vacas locas, la gripe aviar, la conocida como viruela del mono, etc… Algunas de ellas llevan esa denominación porque su reservorio se encuentra en algunos animales, son epidemias que pueden transformarse en pandemias con el consiguiente coste en vidas humanas y sanitarias. .

 

La prevención con una correcta higiene y una buena alimentación y suplementación con vitaminas y minerales en estos casos es muy importante. Naturalmente, no podemos olvidar que el cáncer también es una enfermedad oportunista, el estrés y los malos hábitos nos pueden hacer contraer un cáncer.

 

Es importante tener presente que en ocasiones nuestro sistema inmune se puede convertir en nuestro principal agresor. Entonces podemos hablar de enfermedades autoinmunes, que atacan a nuestros propios tejidos y órganos. Por ello, hay que mantener un equilibrio en nuestro sistema interno y no consumir medicamentos sin un control médico adecuado.

La manera de controlar y proteger a nuestro sistema inmune es:

  • Llevar una buena higiene.
  • Una alimentación sana y equilibrada.
  • No consumir tóxicos.
  • Realizar ejercicio físico moderado.
  • Descansar lo que nuestro cuerpo necesite.
  • Practicar técnicas de relajación siempre que se pueda.

Autor: L.A.E.M.