Síndrome de las piernas cansadas

La sensación de pesadez en las piernas suele ser consecuencia de una insuficiencia en el retorno de la sangre venosa. Las venas son las que envían la sangre de vuelta al corazón para ser oxigenada de nuevo.  El impulso de la sangre es el que hace que se abran las válvulas de las venas y se cierran por efecto de la gravedad. Cuando este impulso falla, la sangre no fluye con normalidad o deja de fluir en algún punto, lo cual, puede producir una tromboflebitis. Estos coágulos pueden formarse superficialmente y ser visibles en forma de varices o formarse profundamente, denominándose trombosis venosa profunda.

Es de vital importancia acudir al especialista para que realice los estudios pertinentes y que indique la solución más adecuada al problema. Normalmente la patología se suele tratar con anticoagulantes y en la mayoría de los casos, no suele ser necesario pasar por el quirófano. Pero hay que saber que si no se trata, la insuficiencia venosa será progresiva; de ahí la necesidad de acudir al especialista, para descartar la existencia de un trombo que se pueda desplazar hasta los pulmones.

SÍNTOMAS Y SIGNOS

  • La presencia de las llamadas arañas venosas superficiales.
  • Dolor localizado en la pierna.
  • Calor e hinchazón en piernas o en pies.
  • Frío en los pies.
  • Dolor o sensibilidad anormal.
  • Hinchazón sensible a la palpación.
  • Cansancio.

FACTORES DE RIESGO

  • La inactividad o el sedentarismo.
  • La obesidad.
  • Permanecer muchas horas en pie o sentado.
  • El embarazo.
  • Terapia de reemplazo hormonal.
  • La ingesta de anticonceptivos.
  • Alcohol y tabaco.
  • La columna vertebral en mal estado.

QUÉ SE PUEDE HACER

  • Lo primero acudir a un especialista del Aparato Circulatorio.
  • La utilización de medias compresivas son de gran ayuda para personas que están muchas horas en pie o para quienes permanecen en cama durante mucho tiempo.
  • Mantenerse hidratado/a es beneficioso para que las venas no se dilaten más.
  • Realizar ejercicioS de tonificación y aeróbico siempre que se pueda.
  • Mantenerse en un peso adecuado.
  • Evitar altas temperaturas.
  • Tomar baños de agua fría para provocar vasoconstricción y hacer que la sangre fluya con más fuerza hacía el corazón.

Autor: L.A.E.M.