¿Qué es la persistencia terapéutica?
La persistencia terapéutica y la adherencia terapéutica son dos conceptos clave en el tratamiento de enfermedades. La primera se refiere al tiempo en el que el paciente sigue la pauta de prescripción establecida por el profesional sanitario, mientras que la segunda hace referencia a la forma en que el paciente toma la medicación prescrita, incluyendo la dosis, la posología y el plazo acordado. Es importante que los pacientes mantengan una buena adherencia terapéutica para asegurar el éxito del tratamiento y la mejora de su salud.
Diferencia entre persistencia y adherencia terapéuticas
Por tanto, la diferencia entre adherencia y cumplimiento o persistencia terapéutica, reside en que la segunda define el “cómo” se está tomando la medicación y la primera mide el “tiempo” que está el paciente adherido.
Según la Organización Mundial de la Salud la adherencia terapéutica es definida como “el grado en el que la conducta de un paciente, en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario”.
Adherencia al tratamiento: concepto y medición
La adherencia terapéutica puede medirse por métodos directos o indirectos. Los métodos directos se corresponden con una observación del paciente, para examinar cómo el mismo cumple la recomendación del médico. Este proceso debería realizarse en los hospitales o midiendo el fármaco en sangre, orina o saliva. Debido al coste del mismo surgen los métodos indirectos, mucho más sencillos, menos valiosos, pero también menos precisos. Los éstos serían:
- Una buena atención farmacéutica: mediante la realización de reuniones con los pacientes en la zona de atención personalizada (zona ZAP) de la farmacia. Se realizarán cuestionarios al paciente sobre cómo realizan las tomas de medicación. Aunque este método, sujeto a la subjetividad del paciente, puede ser poco fiable.
- Cuantificación de comprimidos: consiste en contar las unidades de dosificación que el paciente ha tomado entre dos citas programadas, y calcular el porcentaje de adherencia teniendo en cuenta la medicación remanente y extra que tenía ya en casa.
- Dispositivos electrónicos: sería el método más preciso de medición de la adherencia desde la oficina de farmacia comunitaria, aunque también el más costoso. Estos dispositivos reciben el nombre de Electronic Medication Packaging Device o EMD. Este sistema nos ayudará a identificar si el déficit de adherencia es esporádico o continuado. Además, estos sistemas proporcionan recordatorios sobre la toma de la medicación, mejorando también la educación sanitaria.
Por tanto, el farmacéutico como primer profesional de la salud más cercano al ciudadano, debe asumir de manera consciente su rol en el manejo de la adherencia terapéutica, siendo por tanto uno de los primeros pasos necesarios en cualquier tipo de intervención farmacéutica por su importancia en la efectividad del tratamiento farmacológico. Y sea cual sea el método utilizado, el farmacéutico debe poder conocer el grado de adherencia del paciente y la razón del déficit, para poder plantear diferencias estrategias para su abordaje. Este servicio de medición de la adherencia debe ser sinérgico a cualquier servicio de atención como por ejemplo la propia dispensación o el seguimiento farmacoterapéutico, y situarán al mismo como referente de salud en la población.