¿Lácteos sí o lácteos no?

Bien, hagamos la pregunta de otra manera..

1º ¿Alguien ha visto alguna vez algún animal adulto mamar?

 2º ¿Alguien ha visto algún animal adulto mamar y encima hacerlo de otra especie animal?

Parece ser que las dos preguntas tienen una respuesta negativa, la naturaleza es sabia, los animales saben muy bien lo que hacen y deberíamos hacer, en este sentido, lo mismo que ellos.

Otros motivos contundentes para no seguir practicando esa costumbre tan extraña, son los siguientes:

– La leche de vaca tiene un pH de 6,5, es decir ácido, con lo cual no beneficia la salud, más bien provoca envejecimiento y estrés oxidativo.

– La leche produce osteoporosis, fractura de cadera y otros desaguisados en el organismo como inflamación crónica, intolerancia a la lactosa, problemas gástricos, etc. La lista es muy larga: Cáncer de mama, de colon y de estómago y, al aumentar la IGF-1 (factor de crecimiento), también hace crecer las células cancerígenas.

– Disminuye el pH de la sangre provocando acidosis, lo cual hace salir el calcio de los huesos hacia el torrente sanguíneo provocando que se quede en las paredes arteriales y luego éstas se revistan con las capas de colesterol que circulan con la misma sangre. Después, algunos echan la culpa al colesterol de los problemas coronarios, siendo el causante principal el calcio que, según parece, bloquea al colesterol impidiendo que circule.

– Al provocar la salida del calcio de los huesos y su entrada en el torrente sanguíneo, también favorece la formación de cálculos  en los riñones.

– La leche de vaca contiene D-galactosa, un azúcar muy abundante en este fluido y que ha demostrado ser un neurotóxico según estudios de la UAB en colaboración con la ULL (Universidad de La Laguna – Tenerife).  Según  este estudio tiene efectos proenvejecimiento a nivel sensoriomotor y en el sistema inmunoendocrino en animales machos de laboratorio. En cuanto a las hembras, según explican, muestran alteraciones en procesos de aprendizaje y memoria espacial, dificultad para registrar el entorno y orientarse. Dependientes estas dos últimas facultades del hipocampo y del cerebelo.

Referencia: Sexual dimorphism in the behavioral responses and the immunoendocrine status in D-galactose induced aging. (2018) J Gerontol A Biol Sci Med Sci – Oxford University Press. Raquel Baeta-Corral, Rafael Castro-Fuentes, Lydia Giménez-Llort. DOI 10.1093/gerona/gly031.

Una dieta equilibrada se compone de macronutrientes como proteínas, grasas e hidratos de carbono y de micronutrientes como minerales y vitaminas. Todos estos componentes esenciales para una dieta completa y equilibrada se pueden obtener de otros productos sin necesidad de recurrir a la leche o sus derivados azucarados y con aditivos y tóxicos peligrosos para la salud.

Según el profesor honorario de la universidad de Helsinki, Mikko Salaspuro, el yogur contiene acetaldehído, una sustancia 20 veces más tóxica que el alcohol y que puede provocar cáncer y dañar el ADN humano.

Según manifiesta, 100 mililitros de yogurt contienen 10 veces más acetaldehído que un solo cigarrillo. En 1975, la gente consumía 4 veces menos yogurt que ahora. Desde entonces, las enfermedades oncológicas han aumentado considerablemente.

Referencia: Revista SPUTNIK 12.02.2017.

Autor: L.A.E.M.