La ozonoterapia

Nos estamos refiriendo a una terapia que utiliza un 5% de ozono, como máximo, mezclado con oxígeno al 99% de pureza, es decir, el oxígeno medicinal que hay en todos los hospitales. Para realizar esta mezcla se utiliza un generador eléctrico que produce unas descargas eléctricas de 4000 voltios en el flujo de oxígeno. Como consecuencia de dicha descarga se produce la rotura de sus moléculas. Posteriormente, la unión de un átomo de oxígeno con una molécula de oxígeno dará como resultado la producción del ozono (O3).

Si el oxígeno (O2) ya es un oxidante, el ozono (O3) es más oxidante al contener una molécula más. Por ello, los parámetros para determinar la concentración de ozono que se utiliza para uso terapéutico, están perfectamente regulados y ajustados por el equipo generador; éstos son, el flujo de oxígeno, el voltaje que utiliza y la separación entre electrodos.

No se trata de una terapia nueva. Hay que destacar que, Nicola Tesla, ya patentó el primer generador de ozono en 1896. En 1911 el Dr. Noble Eberhart, en su “Manual de Funcionamiento de alta frecuencia” dice que ya utilizaba el ozono para casos de tuberculosis, anemia, asma, bronquitis, diabetes, gota, sífilis, insomnio, fiebre del heno y la “clorosis”. El prestigioso Dr. Gregorio Marañón en 1936 puso en duda la existencia de esta última enfermedad.

Los generadores actuales surgen gracias a la aparición de plásticos resistentes al ozono en la segunda mitad del siglo XX y a partir de los años 70′ los países más avanzados en este campo son Alemania, Rusia y Cuba.

Mientras que la SatO2 arterial es >90%, la venosa está en torno al 75%. Cuando nos realizan una auto-hemoterapia, nos están convirtiendo la sangre venosa que nos extraen en sangre arterial. Para esta terapia, de muchas de las que nos pueden realizar con ozono -que luego citaremos-, nos extraen entre 150 y 250 c.c. de sangre del brazo, la cual es introducida en un recipiente de circuito cerrado donde previamente se ha puesto un anticoagulante como es el citrato sódico. Posteriormente se introduce el O3 que previamente ha salido a través de un filtro y se va girando muy lentamente dicho recipiente que es como los de un suero. Es en este momento cuando podemos observar el cambio de color de la sangre venosa al convertirse en sangre oxigenada. Con esta técnica de aplicación del ozono conseguimos:

– Oxigenación de todos los tejidos del organismo incluido el cerebro

– Es antioxidante (durante el tiempo de aplicación debemos evitar suplementos antioxidantes)

– Es cicatrizante

– Es antiséptico

– Es bactericida

– Es fungicida

– Es analgésico

– Es viricida

– Es antiinflamatorio

– Limpia las placas de ateroma de las arterias previniendo enfermedades cardiovasculares.

El ozono promueve la activación de enzimas como pueden ser la superóxido dismutasa, la catalasa y la glutatión peroxidasa. Estas enzimas están directamente implicadas en la destrucción de peróxidos y radicales libres. También se aumenta la producción de adenosin trifosfato (ATP), nucleótido fundamental para la producción de energía.

OTRAS FORMAS DE APLICACIÓN:

 – Endovenosa

– Arterial

– Intraarticular (hombro, rodilla, cadera, carpo,…)

– Subcutánea

– Tópica directa

– Insuflación uretral

– Insuflación rectal

– Insuflación vaginal

– Insuflación nasal

– Infecciones odontológicas

– Con bolsa hipobárica

 ALGUNAS INDICACIONES:

 – Úlceras cutáneas que no cicatrizan (úlceras de decúbito)

– Celulitis infecciosa

– Herpes, citomegalovirus, pie de atleta,…

– Infecciones de oído

– Enfermedades reumáticas (artrosis, artritis…)

– Cistitis, prostatitis, epididimitis,..

– Enfermedades de transmisión sexual

– Candidiasis

– Astenia, estados depresivos

– Regeneración de tejidos

– Tratamiento en deficiencias de circulación periférica

– Varices

– Gangrenas

– Hernias discales

– Edemas intraarticulares tras operación…

Como podemos ver las indicaciones son inagotables. Estamos respirando oxígeno cada segundo de nuestra vida, sin oxígeno nuestro organismo no podría sobrevivir. Cada célula de nuestro organismo precisa de oxígeno para realizar su actividad y para poder reproducirse.

Autor: L.A.E.M.