Homocisteína, esa gran desconocida de la salud cardiovascular y del envejecimiento neuronal

¿Sabías que la homocisteína es un aminoácido azufrado derivado del metabolismo de la metionina que se utiliza como marcador de salud cardiovascular? 

Presentar un valor elevado de esta sustancia (hiperhomocisteinemia) es factor predictivo de enfermedad cardiovascular mucho más eficiente que el colesterol elevado.

Según el Centro del Control de Enfermedades y Prevención de Salud Nacional y Nutrición de los Estados Unidos (NHANES), se consideran niveles elevados de homocisteína plasmática los superiores a:

Hombre ≥11.4 mol/l
Mujer ≥10.4 mol/l

 

¿Qué efectos tienen la homocisteína en concentraciones elevadas?

Niveles elevados de homocisteína predisponen a la formación de trombos y de placas de ateroma, es decir a la aparición de eventos cardiovasculares, por medio de una gran diversidad de acciones: 

  • Aumenta producción de radicales libres (peróxido de hidrógeno)
    • Daña el endotelio vascular
    • Aumenta oxidación de colesterol LDL (haciéndolo más aterogénico)
  • Aumenta viscosidad de la sangre
  • Aumenta la agregación plaquetaria
  • Hace que la Lipoproteína a, Lp (a) se adhiera con mayor facilidad a la placa de ateroma
  • Inhibe síntesis de sustancias con efecto cardioprotector (L-carnitina, coenzima Q10, taurina)
  • Altera la producción de colágeno vascular, aumentando la producción de células de musculatura lisa

Esto a su vez se relaciona con una peor irrigación de los tejidos que lleva asociada una menor capacidad de obtención de energía y una mayor generación de radicales libres, es decir a un mayor envejecimiento tisular, siendo especialmente sensibles los tejidos neuronales.

  • Niveles elevados se asocian con mayor prevalencia de enfermedades cerebrovasculares
  • La hiperhomocisteinemia aumenta riesgo de enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, demencia, Parkinson…), observándose un incremento en la toxicidad de la proteína β-amiloide

Cómo actuar frente a ella

La suplementación con vitaminas del grupo B, ácido fólico (folato), vitamina B6 y vitamina B12, cofactores implicados en el ciclo metionina – homocisteína, ayuda a reciclar los niveles elevados de esta sustancia. Por tanto, un complejo B puede ser una opción muy interesante para controlarla y disminuir riesgo cardiovascular y neurodegenerativo.

Ejercicio, dieta equilibrada, controlar el consumo de café y de fuentes de metionina, eliminar alcohol y tabaco también contribuyen a disminuir sus niveles.

Fuente: Betula